domingo, 29 de mayo de 2011

EXPLOSIVO NIKOLAÏ LUGANSKY



Con un programa centrado en List -delicado y potente Valle de Oberman, sentido Isolden's libestod, encantador Juegos de agua de la Villa d'Este, tres explosivos Estudios de ejecución trascendental...-, pero que también incluyó el Carnaval de Viena de Schumann como desenfadado calentamiento, Nicolaï Lugansky ofreció anoche en la Sala Maria Cristina de Málaga (que, con agregados tras el intermedio, terminó abarrotada a pesar de la Final de Copa de Europa) un concierto realmente memorable. Con prodigiosa técnica, acarició y golpeó al instrumento como no recuerdo haber visto nunca. Elegante y de buena planta, el pianista exhibió un alarde de virtuosismo que por momentos nos transportó a esa edad del Romanticismo decimonónico, donde el piano reinó supremo en los privilegiados Salones europeos. Arropado por el bello y adecuado entorno, el resultado fue casi mágico. Yo, que comencé con ocasionales miradas al partido de fútbol en mi iPhone (de hecho llegué a celebrar el primer gol de Pedrito con los Juegos de agua como banda sonora), pronto acabé por concentrarme exclusivamente en el deslumbrante concierto. Cuando alguien arranca sonidos semejantes al piano, ni el Barça puede competir.






(Grabé los tres bises y aquí los cuelgo, como ilustración. A pesar de la inadecuada toma de sonido, creo que pueden apreciarse las cualidades soberbias del intérprete).

1 comentario:

alberto dijo...

Increíble....