sábado, 17 de julio de 2010

Mis lecturas del verano








Robert Capa

Ligeramente desenfocado
La Fábrica, 2009


Por primera vez en castellano, y excelentemente traducido, este libro de memorias, adornadas con pellizcos de imaginación, muestra una visión muy personal -del que quizás sea el mejor fotógrafo de guerra del siglo pasado- de la Europa de la Segunda Guerra Mundial, de Londres a Berlín, pasando, tras una escapada al Norte de África, por el desembarco de Normandía y el avance aliado en Italia. Sin cargar las tintas, y hasta con notables rasgos de humor, es un documento inapreciable para entender algo de aquellos años de sudor, sangre y lágrimas, pero también de esperanza, amor y hasta risas. Un testimonio de la resistencia del género humano, en la que Capa revela una buena prosa, acompañada de más de 130 fotografías, muy bien reproducidas en esta notable edición. Imprescindible.








Andrés Trapiello
Las armas y las letras
Destino, 2010


Esta tercera edición del clásico de Trapiello sobre la literatura en la guerra civil (1936-1939) está ampliada, bellamente diseñada e ilustrada con más de 500 fotografías -la mayoría inéditas o raramente publicadas-, pero mantiene esa apreciación personal, muchas veces en desacuerdo con la opinión dominante, de centenares de escritores e intelectuales españoles que vieron su vida y su obra zarandeadas por el conflicto fratricida entre las dos Españas y la consecuente inmolación de la tercera -inmensamente mayoritaria-, no alineada en ninguno de los dos radicalismos extremos, pero victima propiciatoria. Trapiello, aunque con escritura a veces más descuidada que en otros libros suyos, engarza notables breves semblanzas, con erudición y generosa comprensión para las debilidades humanas, sin por ello morderse la lengua ante personalidades y acciones reprobables. Un ensayo que se lee como una novela.











G. A. Cohen
Why Not Socialism?
Princenton University Press, 2009



El recientemente fallecido pensador canadiense, profesor del All Souls College de la Universidad de Oxford, de nuevo y por última vez, en esta gran obrita de solo 82 páginas, aboga por una sociedad mejor, en la que el principio de comunidad atempere al principio de igualdad, evitando las desigualdades que este último siempre produce a la larga. Bellamente escrito, aunque no resulten todas sus páginas de fácil lectura, estamos ante un profundo ensayo filosófico, esencialmente optimista ante la posibilidad de una organización social más humana que ha dejado atrás la depredación de los mercados. Un libro sabio, esclarecedor e, inesperadamente, conmovedor.

2 comentarios:

alberto dijo...

dos libros de guerra para el verano??? : )

Tolo dijo...

Sí, bueno... La guerra es más bien el escenario de fondo, situación en que se intensifican las emociones humanas, pero hablan de otras muchas cosas, sublimes y penosas, de la condición humana.