miércoles, 23 de marzo de 2011

SEE YOU LIZ

Lo dicen los noticiarios. Ha muerto en Los Angeles Elizabeth Taylor a los 79 años, su frágil cuerpo al fin rendido ante la enfermedad. Pero cuesta creerlo. ¿Acaso no era inmortal? Creció en el estudio de la Metro, compañera de pupitre de Judy Garland, estrella toda su vida. Hasta cuando las películas la abandonaron -la pantalla ya demasiado pequeña para ella-, y solo sus matrimonios -ocho ¿o he perdido la cuenta?- y sus joyas la mantuvieron en el candelero, ella siguió brillando. Ganó dos Oscars, pero también el respeto de la cultura, con interpretaciones desgarradas que borraron su reputación de porcelana inexpresiva. Aunque yo siempre la recordaré como diosa inalcanzable de la pantalla. Bajando las escaleras en combinación al encuentro de Paul Newman, como Cleopatra -y dos vestidos para cada ocasión- entrando en Roma sobre la esfiginge.. Y sobre todo en A place in the sun, tentación letal de Montgomery Clift y sueño imposible de millones de espectadores, con sus 17 años y un vaporoso vestido blanco. Machaconamente repiten que ha muerto Elizabeth Taylor. Y me cuesta creerlo.... Pero no, el mito de ojos violetas no. Ese nos espera en el cine. Siempre.